Google+

13 de junio de 2022

Artesanía


Había enmudecido 

El viejo motor,

Un laberinto de esfuerzos 

Y desgastes entre cojinetes,

nerviaduras,

y barras metálicas, 

a los que el recién llegado,

no era indiferente,

con una destreza,

de música callada,

lo arregló limpiamente, 

en giros rápidos,

y pidió un precio

tan justo,

que cuando se fue,

tuve que sentarme,

y respirar hondo,

porque supe,

que te ibas a curar,

con toda justicia.









No hay comentarios: