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29 de diciembre de 2020

Everest

"Con la devoción que te tenía mi padre"
Autor foto: Narenda Shrestha




        















Flotas en un gran silencio.

Sin huellas,

todo comienza de nuevo.


Pasé mudo,

por la arboleda,

de un verde luminoso 

fecundada en su suelo rojo,

hacia el mar de mediodía,

refulgente de Huelva,

solitario, con las gaviotas,

mirando fijamente,

seguía callado,

pues sospechaba. 


¡Pero contigo!

¡Comenzando por la devoción, 

que te tenía mi padre!

¡Tú, que te has cobrado,

tantas vidas,

debes contestarme!

¿Sabes de lo NUESTRO?

¡Y llegó,

ya en el sueño!

bajo el cielo estrellado,

pared con pared,

nos fundimos,


en un mismo aliento,

te respiraba,

nos respirabas,

haciendo cumbre, 

con todo el peso,

de nuestros duelos, 

y el resonante

acorde alzado,

de nuestra esperanza.



11 de diciembre de 2020

Inocencia

"Los mensajeros más inocentes"
Foto de Juliet Thiberg Hitchin
tomada a su hijo Leo.












Tu madre,

llegó tarde.

El mundo

fue más rápido,

el de los buenos,

y el de los malos.

Pero esta soledad,

que te rodea,

aturdiéndote,

es tan solo una pausa,

ante el dolor,

de comprender,

como esa naturaleza,

ha elegido para, 

sus más crueles actos,

a los mensajeros,

más inocentes,

y queridos por nosotros,

doblando así,

el sufrimiento de la sospecha.

1 de diciembre de 2020

Balcones y flores

Autor foto: José Antonio Bautista
"El duelo se fue a parajes extraños"



















El balcón cerrado,

sin fecha. 

Las flores,

para siempre, mustias.

El duelo partió, 

hacia parajes extraños.





23 de noviembre de 2020

Callado

El júbilo callado del tacto,

Inundó la escena.

La belleza

de su pierna izquierda,

encogida para estirarse:

“gentilmente devolviendo,

la presión que se le da"

¡Redención, centímetro

a centímetro!


"La belleza de su pierna izquierda"
Foto: Alberto Di Lolli

 



16 de noviembre de 2020

Testigo

 

"Entre la piel inerme"
"Entre la piel inerme"
Autora foto: Karen Cunningham




















Silencio,

entre la piel inerme, 

y las corazas de voluntad.

Sin suelo.

¿A qué distancia estás?

¿Estás cerca?

¿A quién te recuerda? 

¿Estás dentro?

¿Muy dentro?

Acaso visionando,

su afán del lejano mar, 

como un sueño de lucha, 

cada ola rizada,

de afecto y miedo.

¿El principio del fin,

O el final del principio?


4 de noviembre de 2020

San Fermín

Vibró al amanecer,

el dulce silbo,

en la voz paternal: 

“Iñaqui hijo,

levanta, ha llegado la hora,

Vamos al encierro"


Lo saben,

el último,

para el padre.


¡La estampida!

Torrente de toros,

Corredores y espectros, 

Con las suertes juntas,

Y la manada partida


Doloroso, hondo y cuajado,

nada personal,

cabeceó,

Y rompió a Jack,

Horrísono impacto,

sobre el viejo suelo,

de La Estafeta,

¡Hueso blanco, 

músculo rojo!


Chris, en el hirviente,

Hospital pamplonica, 

Contempla a su amigo.

¿Por qué Dios,

Ha bendecido a Jack,

con esa herida gloriosa?


Y ahora, la luna espléndida,

tan cerca, 

del íntimo susurro, 

que escucha,

todo Pamplona: 

“Gracias padre,

para siempre”



Ese silbo susurrado,

ya arriba, 

Cruzando el mar,

con Jack y Chris, 

que llevan, Ernesto, como tantos,

el tacto del cuero pamplonica, 

en los latidos, de sus corazones.


Abajo, arrastran a Doloroso, 

Con los ojos abiertos,

vueltos hacia Irati,

donde alguien,

¿Pájaro? ¿Persona?  

lloraba un canto.


¡Que segundos tan cortos!

Para el estallido ardoroso, 

de una canción, 

Tan lejana, festiva y dolorida.


"El viejo y sufrido suelo de la estafeta"










7 de abril de 2020

El árbol del enfermo (1980)

Mi amigo Luis, fotógrafo de este poema hace cuarenta años, me telefoneó: "Lo encontré en un cajón durante mi cuarentena, y me ha emocionado. Puede ayudar a la gente"


Foto de Luis Montenegro (1)






(1) Es el Ahuehuete o Taxodium distchicum del parterre del Retiro, que fue plantado en 1600 y pico y es el árbol más hermoso y viejo que tenemos en Madrid.
Durante la ocupación francesa fue desmochado para instalar un cañón, por lo que rebrotó con esas ramas que le confieren un porte de gran candelabro.
Ahora que aún no le han salido las hojas nuevas, tiene un maravilloso color anaranjado pues las hojas son marcescentes y se mantienen secas en la rama hasta que se renuevan.


6 de marzo de 2020

Titanic

Aquel Iceberg,
el mío,
era inocente,
de embestir,
a mi barco,
toda mi fe,
toda mi gente.

Del barco, 
La melodía ultima,
la nuestra, 
le llegó,
hasta la entraña, 
al coloso de hielo,
haciéndola suya,
 y resonando 
en nosotros, 
y nuestros espectros,
hasta las aguas 
lejanas, y profundas.

Ni mi trágico barco,
Ni mi inocente,
y ancestral iceberg,
todo se aleja y se acaba.
¿Pero quién,
hace callar,
de vez en cuando, 
de aquellas,
tremendas siluetas,
su música escuchada?  




2 de febrero de 2020

Celos matemáticos

Fueron posibles, 
unos celos de su hembra,
tan visionarios,
que le llevaron a encontrar,
el cuerpo triunfante,
en la ecuación de generaciones,
el término,
de nuestras ondas universales,
las de nuestras tripas,
y nuestros sueños.
Y en el hotel infinito,
en huéspedes,
siempre una habitación vacía,
Y eterna, 
para la sospecha.  


"Hotel infinito en huéspedes"

11 de enero de 2020

Waterloo

“Hay cosas mas dignas de memoria, por ejemplo, la música verbal de Inglaterra”
Jorge Luis Borges 

Banquete de la victoria,
Alrededor,
de la gran mesa portuguesa.

Ahí veis, resonando en rojo,
Se levantó para contarlo:
“He dormido profundamente,
Y he soñado un himno,
que sonaba a ascenso,
a vuelo, en bandada”.

Sobre “ese placentero verde", (1)
Seguimos nosotros,
por encima de sus terribles heridas,
Y espectros, removiendo,
“Los obscuros y satánicos molinos".
De Waterloo a Peterloo (2),
palpita un escuchar lejano, 
de mascaras por doquier,
pero con la misma luz,
sobre los inmensos mapas, 
todavía Inglaterra,
busca su melodía. 

Después de tanto tiempo,

A lo mejor, no importa,
pero podemos ayudar. 
¡Tenemos tanto canto,
rebelde, burlón, adorador,
Siempre fervoroso, 
para destapar!

¡Todos transformados ya,
mas allá, de nuestras lenguas,
y en lo más hondo,
unidos en el mismo tono, 
el que mece,
oídos incontables,
en el lecho celeste. 
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  1. Las líneas entrecomilladas corresponden al poema Jerusalén de William Blake.
  2. Parte de los soldados desmovilizados de la batalla de Waterloo(1815), abandonados y perdidos, fueron un factor más, en la masacre de Manchester(1819), de ahí el nombre de Peterloo.
"The Waterloo Banquet"
Pintado por William Salter