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3 de noviembre de 2017

La pisada en la oficina


Silencio dócil,
colores de paz,
olor a lilas,
del jarroncito de Berta.
Merino, autoritario,
de edad indefinida,
trastabilló al pisar,
algo deslizante.
Se agachó,
recogiéndolo lentamente,
con las dos manos,
y lo descubrió,
mientras se elevaba,
bajo una luz cenital,
¡El carnet de González!
“Se dónde vive,
Yo se lo daré”.
Con su mirada,
Ingenuamente grande,
Berta,
había saltado de su sitio,
estilizada y rápida,
flotando el recuerdo inerme,
en el aire musical,
sin dueño,
mientras Merino,
se alejaba,
Turbado y presuroso.

Merino a punto de realizar la pisada...olor a lilas