“La experiencia que he vivido…, la Opera de Pekín, La arena de Huelva … todas las cosas de las que he hablado, otras que me han quedado por contar, no hay lugar donde todo eso, pueda volver a vivir” (1)
Por ti, y por tantas huellas borradas,
en el crepúsculo oceánico,
al pisar la playa de Isla,
te siento,
ante el rumor del mar,
aquel y este.
Días, meses, años y olas,
rumor de pasos,
de viajes y siluetas lejanas.
Y así, se van llevando el tiempo,
por la mar de la Antilla,
los barquitos de pescadores,
refulgiendo en destellos,
la luz del deseo,
entre los aromas del pescado celeste,
el tacto de la fresa sangrante,
los perfumes de los canticos,
al compas del baile,
entre recados,
por tus manos,
mi Venus recatada,
en la que todos,
son seducidos,
casi acariciados,
con sus objetos más preciados.
Como a Simone
“Tu muerte nos separará"
¡Tendidas playas y hondas arenas!
“Mi muerte
no nos volverá a reunir”
¡Gran luna y pequeño faro ignorante!
“Pero es también esplendido”
¡Como esa gran voz,
desde la garganta marina,
de la virgen más bella!
“Que hayamos sido capaces,
de vivir tanto tiempo en armonía"
¡Con el hermoso fuego robado!
- Palabras de la escritora francesa, Simone de Beauvoir, leídas en su funeral.