¡PALABRA SALVAME! (1)
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(1 ) La poeta Ingeborg Bachman
Lloviera mansa o furiosamente,
toda la colina podría cubrirse de piedad
al sentir a la anciana subiendo,
lenta, lentamente hacia el cementerio.
Día tras día abrasador, nos podría
admirar su coraje ascendiendo.
Pero todo lo luminoso o sombrío,
que estuviera el recinto, al llegar
escupía sobre la misma tumba.
Y volvía a descender sin girar la cabeza,
en cada paso emanaba una ferocidad,
que debía ir lapidando su corazón.
¡Seis horas diarias
de pura entrega al odio!
¡Troncata de mano cruel en vida!
De noche en su casa obscura,
a veces se oía una voz cantarina,
canciones infantiles, casi nanas.
Alguna vez
entre lugares
y recuerdos gozosos
¡Un golpe de viento!
¡La troncata!
y tras un pestañeo,
creo ida
esa ferocidad única
con ecos de infancia.
El poema corresponde a una historia real italiana en la acción principal y las horas empleadas. Troncata en español truncado, es la expresión en las lápidas de los muertos por la mafia italiana: "Di crudele mano troncata", "Truncado por mano cruel".
Tintinearon
sobre el cristal,
gotas,
de campo,
delicadas,
tres o cuatro,
sonando
tu nombre
por
ultima vez.
La primera vez
que vi
tu
cara,
su ardiente melodía
estampó su huella
en mi corazón
de entonces,
que envejece
así
tatuado.
“La catedral cada día tiene
que volver a pedir sitio
en el interior de la mezquita"
Adam Zagajewski
Cada noche
casi España entera
se pierde, se aleja
en las calles árabes,
milenarias Y hospitalarias,
“Barridas por los arqueólogos".
Adam,
todavía quedan secretos
y sueños que tú no…
La mujer única
con la piel estirada
de Córdoba,
para que
el corazón perdone,
el senequista sufrir
de belleza y de saber.
Y hay poetas,
que no pueden
dejar su Cántico
en otro lugar.
El de Ella,
la mujer única,
cada noche de sueño
elevándose más allá
de la catedral,
de la mezquita,
en una sola invocación.