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26 de febrero de 2014

Escribe semillas no ramas






Así, José Luís Campos Guerrero sigue en su primera novela los consejos del poeta, haciendo brotar  como los escritores de raza, con una prosa sencilla, la ingenuidad de los sentimientos , con toda su fuerza y fragilidad, encendiendo el animo expectante del lector .

Todo ello, apoyado en una escritura sobria, sugerente y armoniosa, en la que alternan los monólogos y los diálogos , con ocasionales y breves apostillas sentenciosas.

El protagonista, contemporáneo del autor (que en ningún momento se describe a si mismo ), es también el narrador . Lo narrado tiene el suave calor de la voz que lo cuenta, que con   pinceladas psicológicas, nos introduce con rapidez en estados de ánimo y ambientes .

El protagonista va avanzando en su elegida aventura, y la deriva a la que se abandona y nos arrastra, en las tierras lejanas de la geografía y  del espíritu , tomando como base de partida , una Nueva York, que es  un Madrid en la distancia , mas renovado y abierto.

El ritmo sostenido y vivaz, en compás corto, marca un tono de indagación, que responde a una necesidad profunda de fuga y peregrinación, siempre en un paisaje amenazado, con una atmósfera cada vez mas inquietante,  que va poniendo  en vilo al lector,  hasta la coda final .

Al terminar, se respira el afecto del autor por sus personajes, y Martin , el protagonista y Maggie, especialmente, se quedaron en mi recuerdo.

Muchos lectores deberían acudir al paso de esta excelente novela, delicada, fluida y conmovedoramente dramática.  

Enhorabuena  y gracias  por este fecundo esfuerzo, y a seguir creciendo.



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El consejo es del poeta, Ezra Pound y la  rápida y excelente  edición, de “Yo maté un oso” corresponde a  Luisa de la “Alacena roja “ .


3 de febrero de 2014

¿A dónde fue?







Dejó su reloj
            Y su anillo.

¡Sus manos ,

tan desnudas!


“Amor, véndelos
             Si no he vuelto “


“Pues amor,
            por un dinero,
                        que nada resolvería
   no renunciaré a tu recuerdo."


¿Dónde fuiste?

¿Con los de tu causa?


Ya os siento,
            en el giro tronante ,
               de las colosales agujas del reloj,


suspendidos con el mundo,
a punto de descolgaros,
            fuera de nuestro alcance.

¿Con los desheredados
            del pasado y del futuro?


También nosotros , giramos silenciosamente,
            en la Parábola del anillo,
            mas altos, por nuestros recuerdos,
dejando la estela de la fidelidad anónima,


en apagado resplandor,
hasta el torrente de luz,


que os acogerá,
            de vuelta entre nosotros,
mientras continua latente,
            vuestro propósito,
entre lo intimo y lo planetario.