Lloviera mansa o furiosamente,
toda la colina podría cubrirse de piedad
al sentir a la anciana subiendo,
lenta, lentamente hacia el cementerio.
Día tras día abrasador, nos podría
admirar su coraje ascendiendo.
Pero todo lo luminoso o sombrío,
que estuviera el recinto, al llegar
escupía sobre la misma tumba.
Y volvía a descender sin girar la cabeza,
en cada paso emanaba una ferocidad,
que debía ir lapidando su corazón.
¡Seis horas diarias
de pura entrega al odio!
¡Troncata de mano cruel en vida!
De noche en su casa obscura,
a veces se oía una voz cantarina,
canciones infantiles, casi nanas.
Alguna vez
entre lugares
y recuerdos gozosos
¡Un golpe de viento!
¡La troncata!
y tras un pestañeo,
creo ida
esa ferocidad única
con ecos de infancia.
El poema corresponde a una historia real italiana en la acción principal y las horas empleadas. Troncata en español truncado, es la expresión en las lápidas de los muertos por la mafia italiana: "Di crudele mano troncata", "Truncado por mano cruel".