La primera vez
que vi
tu
cara,
su ardiente melodía
estampó su huella
en mi corazón
de entonces,
que envejece
así
tatuado.
La primera vez
que vi
tu
cara,
su ardiente melodía
estampó su huella
en mi corazón
de entonces,
que envejece
así
tatuado.
“La catedral cada día tiene
que volver a pedir sitio
en el interior de la mezquita"
Adam Zagajewski
Cada noche
casi España entera
se pierde, se aleja
en las calles árabes,
milenarias Y hospitalarias,
“Barridas por los arqueólogos".
Adam,
todavía quedan secretos
y sueños que tú no…
La mujer única
con la piel estirada
de Córdoba,
para que
el corazón perdone,
el senequista sufrir
de belleza y de saber.
Y hay poetas,
que no pueden
dejar su Cántico
en otro lugar.
El de Ella,
la mujer única,
cada noche de sueño
elevándose más allá
de la catedral,
de la mezquita,
en una sola invocación.